Hoy hace 81 años fue proclamada la segunda República en España. Un año antes de esa fecha, Azaña escribió: “No temáis que os llamen sectarios. Yo lo soy. Tengo la soberbia de ser, a mi modo, ardientemente sectario, y en un país como éste, enseñado a huir de la verdad, a transigir con la injusticia, a refrenar el libre examen y a soportar la opresión, ¡qué mejor sectarismo que el de seguir la secta de la verdad, de la justicia y del progreso social! Con este ánimo se trae la República, si queremos que nazca sana y vividera.”
Pasaron 73 años. En Rivas Vaciamadrid se organizó un homenaje a los republicanos y republicanas, una reunión de hombres y mujeres que sufrieron el horror de la Guerra Civil y la represión de una dictadura; 741 supervivientes de la segunda República que aceptaron romper su silencio, quisieron ayudarnos a recuperar la memoria. Su memoria y la nuestra. El acto se abrió con la lectura de un manifiesto, un texto lleno de sentimientos encontrados.
«Hace más de setenta y tres años que se proclamó la Segunda República. Miles de hombres y mujeres celebraron su llegada con entusiasmo en las calles de pueblos y ciudades ante la oportunidad de construir una sociedad mejor. Se trataba de un proyecto colectivo que tenía como principal objetivo la justicia social en un país sembrado de pobreza y de falta de oportunidades. Uno de los principales logros de esa República fue la llegada a nuestro país de la democracia. El 19 de noviembre de 1933 votaron por primera vez hombres y mujeres con sufragio universal, una fecha que algún día debería ser festiva.
«Se trataba de una República platónica, donde el esfuerzo por extender la educación y distribuir la cultura estaba destinado a construir una nueva sociedad basada en los principios de la libertad, la igualdad y la fraternidad.
«Los hombres y mujeres que estáis hoy aquí, y los muchos que han muerto sin recibir un reconocimiento público muy merecido, sois los padres y madres de la democracia en este país. Nadie más que vosotros y vosotras puede ostentar ese merecimiento. La construisteis y tras el golpe de Estado del general Franco la defendisteis, luchasteis por ella y mantuvisteis viva esa llama durante la dictadura.

Recuperando memoria, concierto homenaje a los republicanos
«Cuando regresó, la democracia apenas se acordó de vosotros y de vuestras familias. El proceso político fue rupturista con la II República pero no con la dictadura. Nunca alguno de vuestros verdugos, de vuestros torturadores, se ha sentado en el banquillo. La Transición fue una semilla sembrada en la triste tierra del olvido y durante años no habéis recibido un reconocimiento público equiparable a vuestros méritos.
«Este homenaje, aunque llega tarde para muchos y muchas, es un intento por reconocer y agradecer vuestra lucha, vuestra dignidad a la hora de defender la libertad y vuestro padecimiento durante cuarenta años de desgracia colectiva azotada por la dictadura con mano de hierro. Lo hemos visto en películas de otros países luchando contra el nazismo, contra el fascismo, contra la impunidad. Eran héroes de la libertad pero no erais vosotros ni vosotras. Eran franceses, italianas, argentinos que lucharon contra sus dictaduras, pero no erais vosotros ni vosotras. Hoy sí lo sois. Sacrificasteis las vidas de vuestras familias, de vuestros hijos e hijas, las vuestras, para devolvernos a todos la libertad, para hacer de este mundo un lugar mejor.
«Hemos venido aquí para quitarle las rejas a la celda de vuestra memoria para que seáis un ejemplo para nosotros, para nuestros hijos e hijas. Ahora, más que nunca en los últimos años, necesitamos vuestro ejemplo. El mundo se ensombrece, los derechos humanos retroceden, la injusticia crece a golpe de bombas y torturas y el horizonte se siembra de dolor e incertidumbre. Durante muchos años no vimos las huellas que habíais dejado en el camino. Pero esas huellas están ahí, están aquí y tienen que servirnos para ensanchar el futuro, para que dentro de él quepamos todos y todas.
«Queremos daros las gracias. Queremos que sepáis de nuestra admiración y nuestro respeto. Y que con la fuerza de vuestra memoria vamos a trabajar por construir esa sociedad por la que luchasteis: con paz, libertad y justicia social»
Paz, libertad y justicia social. Que no quede en un deseo.
Puedes tomarte todas las libertades que quieras, no voy a ser ni yo ni aquí quien te las coarte.
Tomo nota de la recomendación literaria, buscaré esa lectura.
En cuanto al resto, estoy de acuerdo contigo. Creo que hay que construir hacia adelante, y mirar hacia atrás para aprender de los errores. Como leí no hace mucho ahora no recuerdo dónde, lo que hoy nosotros reclamamos y queremos parea nuestros hijos puede que no coincida con lo que ellos quieran o necesiten…
¡Un abrazo libertario, siempre!
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Con tu permiso Mónica, me tomaré la libertad de darle un par de puntadas a la República.
Esto va dirigido a los que idolatran la República:
La República es un sistema de organización del Estado. Ni bueno, ni malo por si mismo. Eso depende de sus dirigentes y de las políticas que se apliquen.
De hecho, Platón, el padre inventor de la República, poseía esclavos a los que nunca estuvo dispuesto a renunciar. Su concepción de la República era profundamente elitista.
Centrándonos en nuestra II República, quisiera recordar una de sus sombras, recomendando la lectura de «Casas Viejas» de Ramón J. Sender.
Un Abrazo libertario!!!
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