90 años desde que se proclamó la Segunda República española. Y mucho ha pasado desde entonces. O muy poco, viendo cómo la extrema derecha se hace cada vez más visible en las instituciones públicas, en nuestros espacios, nuestras calles, nuestras vidas. Alejandra Soler Gilabert (Valencia, 1913-2017), testigo de la barbarie franquista, nos dijo que era «una vieja totalmente optimista y creo que este siglo es por fin el del cambio del sistema [capitalista]». Que le daba «un coraje enorme haber nacido tan pronto». Hoy seguimos necesitando su espíritu revolucionario, seguimos añorando su luz.

«La revolución es fácil de hacer, pero no es fácil crear un mundo revolucionario». Alejandra Soler Gilabert entrevistada por DateCuenta para el proyecto Vencidxs, 6 de mayo de 2011 | Foto: Aitor Fernández

«Tuve la suerte de que mi padre me matriculara en la Institución Libre de Enseñanza. Más tarde formé parte de la Federación Universitaria Española (FUE), donde trabajábamos para que no solo los hijos de los ricos pudieran acceder a la educación. Yo tuve la oportunidad de estudiar, pero eso no era lo habitual. La situación del pueblo valenciano era desastrosa, pero lo peor era la situación de la mujer, considerada un apéndice del hombre que no existía jurídica ni socialmente. Ya con 17 años las cosas no me gustaban nada, y por ahí empezó mi rebeldía.»

«Por eso me alegré cuando en las elecciones de abril de 1931 la monarquía no sacó los votos suficientes, y lo que iban a ser unas elecciones municipales trajeron un plebiscito. La República fue el régimen más legítimo que ha tenido nunca España.»

«Fue en la República donde se consiguió por primera vez el sufragio universal. En España, la mujer podía ser elegida pero no podía elegir, y con la República esto cambió. Mantuve grandes discusiones en la calle, siempre estuve al lado de Clara Campoamor. Cuando ganamos sentí una alegría enorme. La mujer por fin estaba dentro de la sociedad.»

«Desde el primer día las fuerzas conservadoras planearon el asesinato de la República, no querían perder sus privilegios. Las derechas se fueron organizando; en 1933 se unieron para ganar las elecciones y empezaron a deshacer todo lo que la República había comenzado.»

«Después de la represión de Asturias en 1934 decidí afiliarme al Partido Comunista. En las elecciones de 1936 fui una de las principales oradoras del Frente Popular. Hicimos una campaña preciosa, siempre al lado de la gente, intentábamos abrirles ventanas.»

«Yo intentaba subir la autoestima y la participación de las mujeres en la vida política. Les decía que ellas también eran ciudadanas, que no solo tenían el papel de cuidar a sus maridos y a sus hijos. Que esos hijos que estaban criando serían futuros ciudadanos, y ellas tenían el papel tan importante de educarles para ello.»

«Ganamos, y la República volvió a funcionar. El Frente Popular fue un ejemplo precioso de que las fuerzas de izquierdas, unidas como un revulsivo al Bienio Negro, funcionan mejor que haciendo la lucha entre ellas, lo que no hace otra cosa que ahogar nuestro poder de convencimiento.»

«La Dictadura no ha sido solo la culpable del genocidio sistemático de dos o tres generaciones de luchadores, sino de la muerte cerebral de las generaciones que quedaron vivas. Es algo que nunca perdonaré. El franquismo destrozó el país de forma planificada, concienzudamente, desde el Estado, desde arriba. Y eso no tiene nada que ver con lo que puede pasar en una algarada, como las que pasaron durante la Guerra Civil en la zona republicana.»

Testimonio recogido por DateCuenta el 6 de mayo de 2011 en el marco del proyecto Vencidxs.

Coincidiendo con el 90 aniversario de la Segunda República, desde DateCuenta publicamos el mayor banco audiovisual de Memoria Antifascista en España realizado de forma autogestionada.

Los testimonios fueron grabados entre 2009 y 2012, y representan a la generación de los últimos supervivientes (casi todos ya fallecidos) de esta época crucial de nuestra historia contemporánea aún no reparada.

Aún nos queda mucho por hacer y tú puedes ayudarnos. Visita Vencidxs, difunde, apoya el proyecto comprando obra fotográfica, libros o documentales.

Hoy es más necesario que no silencien nuestra Memoria.