Fragmentos

¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas? (re)Lecturas que no caducan

Basta de otro año con listas de mujeres asesinadas, de jóvenes obligados a dejar sus estudios, de personas excluidas de la sanidad, de familias desahuciadas de sus casas, de dependientes esperando lo que les pertenece, de parados, de trabajos precarios, de pasillos de urgencias desbordados, de presos en un CIE por su lugar de origen, de accidentes laborales, de torturados policiales y judiciales, de perseguidos por su condición sexual, de expoliados por los grandes empresarios, de reprimidos por miedo a ser como son.

‟Porque sabéis tan bien como nosotros que la cuestión de la justicia, tal como van las cosas en este mundo, se plantea entre los que son iguales en poder, mientras que los fuertes hacen lo que pueden y los débiles sufren lo que deben. ˮ

Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso, V, 17. 431 a.C.

Entierro de los banqueros en Barcelona, 13 de diciembre de 2014 | Foto: Rober Astorgano para Fotomovimiento

Entierro de los banqueros en Barcelona, 13 de diciembre de 2014 | Foto: Rober Astorgano para Fotomovimiento

Basta. Hay que terminar con tanto propósito generoso y cándido. Nada de feliz 2016. No cuando se inicia con “fuertes despliegues policiales en las principales capitales del mundo”. Imposible si el término “refugiado” solo representa un Trending Topic o la palabra del año para la Fundeu, mientras el número de personas que son acogidas a este lado de la frontera es insultante. Difícil cuando “Todos somos París” pero el lejano Boko Haram sigue sembrando su terror y haciendo explotar a menores. Inadmisible cuando una joven pareja de recién casados japoneses disponen de un presupuesto para gastos de 40.000 euros en sus diez días de luna de miel en España, y las limpiadoras que les dejarán la suite como nueva ganan apenas 3 euros por habitación.

Basta de felicidad. Se acabaron los buenos deseos para el año que entra. Quiero incomodarte. Quiero meterte el dedo en el ojo y hacerte la zancadilla. Quiero que se te atraganten las uvas, las doce, una por cada buen propósito que se hace viejo sin llegar a verse cumplido. Quiero que leas 12 textos; que busques cada uno de los libros, uno por cada mes del nuevo año. Y quiero que te hagas la única pregunta que puede hacerse ante todo esto, la misma que se formula Martín Caparrós: «¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?»

Terrorismo machista

20151231_¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas? (re)Lecturas que no caducan

Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Barcelona, 8 de marzo de 2015 | Foto: Xavi Ariza para Fotomovimiento

«Mientras avanzaba en mi investigación, los pocos amigos libios que me apoyaban fueron insultados y amenazados. Y en el más alto nivel del Estado se habló de ofensa. Como la violación de una muchacha provoca el deshonor de toda la familia, y en particular el de los hombres de esa familia, la violación de miles de mujeres por parte del ex líder del país suscitaría el deshonor de toda la nación. Una idea demasiado dolorosa. Una hipótesis insostenible. ¿Qué país podría soportar que la indignidad manchara a todos los hombres, culpables de no haber sabido proteger a sus esposas, sus hijas o sus hermanas de un tirano depredador? ¡Vamos! Es preferible barrer todo debajo de la alfombra bereber y taparse los ojos con la venda de la palabra «tabú», alegando la preservación de la intimidad de las víctimas. O bien. Negar. Hablar de «temas irrelevantes». Mirar hacia otro lado. Nada más fácil. La inmensa mayoría de las víctimas del dictador jamás se darán a conocer. ¡Y con razón! En cuanto a las «hijas de Gadafi», sus guardaespaldas femeninas, su «servicio especial», su harén, cuyas integrantes escaparon en su mayoría, bastará decir que eran mujeres de mala vida, prostitutas que adoraban el lujo, los viajes y la lujuria que les ofrecía el dictador y que, en general, han sido repudiada por sus familias. Consideradas parejas del Guía, en vez de víctimas. Incluso cómplices, carentes de toda moralidad… Sí; negar parece ser la tentación de los actuales amos de Libia. Ofrece la ventaja de ocultar los secretitos sucios y la enorme cobardía de un puñado de hombres, ayer sirvientes del amo del país y complacientes con él, hoy celosos revolucionarios que sostienen el nuevo poder. Ellos prefieren el silencio. No hablar de las violaciones. Olvidar a las mujeres. Soraya, Libya, Leila, Huda, las otras… que saben demasiado. Estas «valerosas», «heroicas», «ejemplares» víctimas de guerra esperan del nuevo Estado reconocimiento y consuelo. De los hombres, ni que decir tiene.»

Armas de guerra

Annick Cojean, Las cautivas, 2012

(anti)Sistema

Concentración por la escalada de violencia en Palestina. Barcelona, 20 de octubre de 2015 | Foto: Manuel Roldán para Fotomovimiento

Concentración por la escalada de violencia en Palestina. Barcelona, 20 de octubre de 2015 | Foto: Manuel Roldán para Fotomovimiento

«No ha habido paz. El World Development Report de 2011 afirma que «alrededor de 1.500 millones de personas viven en países afectados por ciclos de violencia política o criminal». Las guerras no solo siguen, sino que aumenta el número de víctimas civiles que causan. El informe anual publicado en 2011 por MGR (Minority Rights Group International) denuncia este aumento en Afganistán, donde su número creció en un 19 por ciento en 2010, Costa de Marfil, Yemen, Libia, Somalia, la República Centroafricana, Colombia o Sri Lanka (donde parecen haber muerto 40.000 civiles en 2009, en los últimos momentos del conflicto tamil). En el mundo hay en la actualidad, según la comisión sobre refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), un total de 10,55 millones de fugitivos de las diversas guerras en curso, albergados en campamentos de acogida.

«Las guerras, al fin y al cabo, se supone que son buenas para el mantenimiento del sistema. El israelí Martin Van Creveld sostiene que «la guerra y en particular el combate es una de las actividades más excitantes, más estimulantes a que podemos librarnos nosotros, los humanos». Lo que explica su entusiasmo por el hecho de que, si bien el miedo al holocausto atómico ha impedido desde 1945 que se produzca una confrontación general, no ha frenado, en cambio, la existencia de todo un montón de guerras de la mayor ferocidad que, según su visión del mundo, deberíamos considerar como un estímulo para la actividad humana.

«Lo cual es verdad, cuando menos, para la industria del armamento, que ha aumentado exponencialmente el valor de su producción, tanto para el consumo interno como para la exportación. […]

«Vivir más de medio siglo en una situación continuada de guerra latente implicó que el gasto en armamento consumiese una gran parte de los recursos que hubieran permitido mejorar la vida de los ciudadanos de uno y otro bando. Los costes de la guerra fría explican la degradación de la sociedad norteamericana, incapaz de eliminar la pobreza en su propia casa —mientras en el presupuesto para 2011 seguía destinando a las operaciones de Irak y Afganistán 159.000 millones de dólares—, al igual que permiten entender el desastre económico y humano que implicó la crisis final de la Unión Soviética, y son también una de las causas principales de problemas que afectan al mundo entero, como la destrucción del estado del bienestar y la crisis ecológica.»

Al final del recorrido: el triunfo del capitalismo realmente existente

Josep Fontana, Por el bien del imperio, 2011

Fronteras

La Jungla, Calais, 20 de diciembre de 2015 | Foto: Mònica Parra para Fotomovimiento

La Jungla, Calais, 20 de diciembre de 2015 | Foto: Mònica Parra para Fotomovimiento

«Durante buena parte de mi vida he trabajado sobre fronteras. Noche, niebla, guardias armados, tensión. Das sólo unos pasos sobre la nieve que cubre la calle Friedrichstrasse de Berlín, cruzas un anticuado puesto de control germano oriental, y vas de un mundo llamado Occidente a otro llamado Oriente. Nada cambia y todo cambia. O un puesto fronterizo, hecho con sacos de arena, entre la Serbia de Milosevic y el Kosovo liberado: fornidos soldados canadienses te pasan con ternura de una oscuridad a la otra. Pero también las fronteras —a veces casi igual de tensas— entre la política y la cultura, entre la Europa continental y la «Anglosfera», entre la universidad y el periodismo, la izquierda y la derecha, la historia y el reportaje.

[…]

«Para crear literatura de hechos, en muchos sentidos tenemos que trabajar como novelistas. Seleccionamos. Arrojamos luz sobre este objeto, sombra sobre aquél. Imaginamos. Imaginamos en qué consiste ser esa anciana albanesa que llora sobre el cadáver de su hijo asesinado, o cómo era ser un siervo de la gleba francés del siglo XIV. Nunca se han escrito buenos relatos históricos ni periodísticos sin una considerable empatía imaginativa con las personas sobre las que se escribe. Nuestros personajes son personas reales […] La facultad de la imaginación deliberada no se restringe, ciertamente, a la Tanzania de la ficción. La imaginación es el sol que ilumina los dos países. Pero eso nos conduce a la tentación. […] Pero si aseguramos escribir literatura de hechos, hay que resistirse a ella.

«¿Por qué? Por motivos morales, sobre todo. Las palabras que se escriben sobre el mundo real tienen consecuencias en el mundo real. Como observa el historiador Eric Hobsbawn, «Las palabras escritas con teclados en apariencia inócuos pueden ser condenas de muerte». Hay también una obligación moral hacia las víctimas, estén vivas o muertas.»

La literatura de hechos

Timothy Garton Ash, Los hechos son subversivos, 2009

Alienación

Lesbos, 18 de noviembre de 2015 | Foto: Rober Astorgano para Fotomovimiento

Lesbos, 18 de noviembre de 2015 | Foto: Rober Astorgano para Fotomovimiento

«Dos guerras mundiales en una sola generación, separadas por una ininterrumpida serie de guerras locales y de revoluciones, y la carencia de un tratado de paz para los vencidos y de un respiro para el vencedor han desembocado en la anticipación de una tercera guerra mundial entre las dos potencias mundiales que todavía existen. Este instante de anticipación es como la calma que sobreviene tras la extinción de todas las esperanzas. Ya no esperamos una eventual restauración del antiguo orden del mundo, con todas sus tradiciones, ni la reintegración de las masas de los cinco continentes, arrojadas a un caos producido por la violencia de las guerras y de las revoluciones y por la creciente decadencia de todo lo que se queda. Bajo las más diversas condiciones y en las más diferentes circunstancias, contemplamos el desarrollo del mismo fenómeno: expatriación en una escala sin precedentes y desarraigo en una profundidad asimismo sin precedentes.

«Jamás ha sido tan imprevisible nuestro futuro, jamás hemos dependido tanto de las fuerzas políticas, fuerzas que padecen pura insania y en las que no puede confiarse si se atiene uno al sentido común y al propio interés. Es como si la humanidad se hubiera dividido entre quienes creen en la omnipotencia humana (los que piensan que todo es posible si uno sabe organizar las masas para lograr ese fin) y aquellos para los que la impotencia ha sido la experiencia más importante de sus vidas.»

Del Prólogo a la primera edición

Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, verano de 1950

Pobreza extrema

20151231_¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas? (re)Lecturas que no caducan

Homenaje a los miles de inmigrantes muertos en el Mediterráneo, Platja del Bogatell. Barcelona, 2 de agosto de 2015 | Foto: Xavi Ariza para Fotomovimiento

«Aunque no diga nada que no sepamos, Todos sabemos que hay hambre en el mundo. Todos sabemos que hay ochocientos, novecientos millones de personas —los cálculos vacilan— que pasan hambre cada día. Todos hemos leído o escuchado esas estimaciones —y no sabemos o no queremos hacer nada con ellas. Si en algún momento sirvió, se diría que ahora el testimonio —el relato más crudo— ya no sirve.

«¿Qué queda entonces, el silencio?

«Aisha, que me decía que con dos vacas su vida sería tan diferente. Si tengo que explicarlo —no sé si tengo que explicarlo—: nada me impresiona más que entender que la pobreza más cruel, la más extrema, es la que te roba la posibilidad de pensarte distinto. La que te deja sin horizontes, sin siquiera deseos: condenado a lo mismo inevitable.

[…]

«Miles y miles de fracasos. Cada día se mueren, en el mundo —en este mundo— 25.000 personas por causas relacionadas con el hambre. Si usted, lector, lectora, se toma el trabajo de leer este libro, si usted se entusiasma y lo lee en —digamos— ocho horas, en ese lapso se habrán muerto de hambre unas 8.000 personas: son muchas 8.000 personas. Si usted no se toma ese trabajo esas personas se habrán muerto igual, pero usted tendrá la suerte de no haberse enterado. O sea que, probablemente, usted prefiera no leer este libro. Quizá yo haría lo mismo. Es mejor, en general, no saber quiénes son, ni cómo ni por qué.

«(Pero usted sí leyó este breve párrafo en medio minuto; sepa que en ese tiempo sólo se murieron de hambre entre ocho y diez personas en el mundo —y respire aliviado.)

«Y si acaso, entonces, si decide no leerlo, quizá le siga revoloteando la pregunta. Entre tantas preguntas que me hago, que este libro se hace, hay una que sobresale, que repica, que sin cesar me apremia:

«¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?»

Los principios

Martín Caparrós, El hambre, 2014

Expolio sanitario

"La sanidad pública se muere". Cadena Humana, Hospital Clínic de Barcelona, 29 de junio de 2013 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

«La sanidad pública se muere». Cadena Humana, Hospital Clínic de Barcelona, 29 de junio de 2013 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

«En 2004, Pfizer aceptó declararse culpable de dos delitos graves y tuvo que pagar 430 millones de dólares por las acusaciones de promoción fraudulenta de su fármaco antiepiléptico Neurontin (gabapentina) para usos no probados. Un denunciante de la propia empresa recibió 27 millones de dólares. La multa era una nimiedad si se tiene en cuenta que las ventas de la gabapentina ascendieron, solo en 2003, a 2.700 millones de dólares, y que aproximadamente el 90% de las ventas eran para usos no probados; no se considera que la multa tenga un efecto disuasorio.

«La farmacéutica Warner-Lambert, que más adelante fue adquirida por Pfizer, pagaba a los médicos para que sus visitadores estuvieranpresentes en la consulta y así pudieran recomendar el tratamiento con Neurontin para numerosas dolencias, entre las que se incluyen: transtorno bipolar, diversos dolores, migraña, transtorno de déficit de atención, síndrome de las piernas inquietas o los síndromes de abstinencia del alcoholismo y la drogadicción. Todo esto a pesar de que el fármaco sólo había sido aprobado para los casos de epilepsia resistentes al tratamiento. La base de datos farmacológica Drugdex recopiló un total de 48 usos no probados del Neurontin, y el sistema Medicaid estaba obligado a abonar el precio del fármaco incluso si se recetaba para una de esas indicaciones no contempladas. Además, la empresa a la que pertenece Drugdex vende «materiales de formación médica», un negocio verdaderamente incestuoso.

«Esta práctica habitual de hacer que los visitadores médicos estén en las consultas se conoce con el eufemístico nombre de «tutelaje», término que parece indicar que el médico tiene a un estudiante en prácticas. […] Los pacientes no siempre se dan cuenta de que el visitador no es un estudiante en prácticas, ni siquiera cuando se les realizan pruebas para el cáncer de mama. En una ocasión, un directivo de una farmacéutica le dijo a un visitador:

«—Las cenas, los cursos de formación médica continuada y las reuniones de asesoramiento funcionan, pero no podemos olvidarnos del contacto directo. Es el elemento clave, debemos estar ahí dándoles la mano y susurrándoles al oído que receten Neurontin para los dolores, Neurontin para el tratamiento con monoterapia, Neurontin para tratar el transtorno bipolar, ¡Neurontin para todo! Y no quiero oír ni una palabra sobre esta mierda de la seguridad.»

Neurontin, un fármaco antiepiléptico para todo

Peter C. Gotzsche, Medicamentos que matan y crimen organizado. Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud, 2014

Anarquía

Manifestación contra la Ley Mordaza. Barcelona, 20 de diciembre de 2014 | Foto: Mònica Parra para Fotomovimiento

Manifestación contra la Ley Mordaza. Barcelona, 20 de diciembre de 2014 | Foto: Mònica Parra para Fotomovimiento

«—No quería decirlo pero lo estaba pensando… Pues claro que pequé de falta de escrúpulos. No tuve el menor escrúpulo. Por qué había de tenerlos. ¿Cómo puede tener escrúpulos quien trabaja por la liberación de la humanidad?

«Me faltó poco para echarme a reír, pero mi risa murió antes de que pensara en surgir. El banquero hablaba encendidamente, y con evidente sinceridad.

«—Mire, amigo mío: las ideas que se piensan de verdad son las que también se sienten. Nada en este mundo —ni la más abstracta de las ideas— vive si no halla asiento en el corazón. ¿Amor intelectual a la humanidad? ¿Sentido abstracto de la justicia? A paseo con todo eso (aunque son cosas que ni piernas tienen con que pasearse).

«¿Noción de justicia? Todos la tenemos. ¿Y qué justicia hacemos? Palabras piadosas —es fácil decirlas. ¿Y cómo anda nuestra caridad? Amigo mío, entre que la gente se convenza de una cosa y sienta que se ha convencido de ella hay una gran distancia. Y en esa distancia radica todo. Todo, sí, excepto nosotros mismos.

«En realidad les estoy haciendo un favor. Les llamo, por caridad, pseudoanarquistas. Porque anarquista, amigo mío, solo lo soy yo.»

Fragmentos para una edición corregida (1935)

Fernando Pessoa, El banquero anarquista, 1922

Poder

Flashmob personas sin hogar. Barcelona, 26 de noviembre de 2015 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

Flashmob personas sin hogar. Barcelona, 26 de noviembre de 2015 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

«Cuando Alejandro Magno recorría el noroeste de la India en el año 325 antes de Cristo, se enzarzó en una serie de batallas con los reyes locales de Punjab y las ganó todas. Pero no pudo suscitar entusiasmo entre sus guerreros para derrocar a la poderosa familia imperial Nanda que dominaba casi toda la India desde su capital Pataliputra, hoy Patna, en el oriente del país. Alejandro no estaba dispuesto, sin embargo, a regresar tranquilamente a Grecia, y como buen discípulo de Aristóteles dedicó mucho tiempo a sostener relajadas conversaciones con filósofos y pensadores indios, tanto religiosos como sociales.

«En uno de los debates más vigorosos, el conquistador del mundo preguntó a un grupo de filósofos jainitas por qué no le prestaban atención. Ante esa pregunta, recibió la siguiente respuesta ampliamente democrática:

«Rey Alejandro, de la superficie de la tierra cada hombre puede poseer tan sólo aquello sobre lo cual está parado. Usted no es más que un humano como el resto de vosotros, salvo que siempre está muy ocupado, de viaje muy lejos de su hogar, lo cual es una molstia para usted y para otros… Usted estará muerto muy pronto y entonces sólo poseerá tanta tierra como sea necesaria para sepultarlo

Voz y elección social

Amartya Sen, La idea de justicia, 2009

Estafa

Concentración No a la guerra. Barcelona, 12 de diciembre de 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

Concentración No a la guerra. Barcelona, 12 de diciembre de 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

«La manipulación ideológica tiene también su talón de Aquiles. Las contradicciones se pueden camuflar e interpretar falsamente, pero no se pueden superar ni eliminar bajo el capitalismo. Los llamados “medios de comunicación de masas”, todo el sistema educativo, la industria entera de la conciencia y de la publicidad comercial pueden interpretar, presentar, comentar, tergiversar o embellecer como quieran una realidad compleja y contradictoria. Pero las disparidades y conflictos sociales se mantienen, y cada día son más evidentes: sigue habiendo ricos y pobres, trabajadores y parados, hartos y hambrientos, etc.

«El ser social no se modifica con una conciencia manipulada. El carácter antihumano de este orden social se va conociendo con la experiencia. Gracias a ella aprendemos a ser más críticos con los medios de comunicación, a ser más exigentes con la calidad de los productos materiales y culturales, a reflexionar sobre las causas del abismo que existe entre la realidad y lo que esos “medios de masas” nos presentan.

«Los límites de la manipulación hay que buscarlos en las contradicciones del propio sistema.»

El entretenimiento. Límites de la manipulación

Vicente Romano, La formación de la mentalidad sumisa, 1993

Desaparecidos

Eurocaravana 43 Ayotzinapa en Barcelona, 9 de mayo 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

Eurocaravana 43 Ayotzinapa en Barcelona, 9 de mayo 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

«Bueno, las fotos de los familiares de los desaparecidos tienen también esta función social. Recordarnos y hacer visible a todos que esas personas no están donde deberían estar. Que esas personas fueron alejadas de sus seres queridos pero que son reales, no son números, no son entidades abstractas.

«Estas personas están en el espacio público, ahora en forma de vacío, y su foto recuerda su presencia en ese espacio. Reclama su presencia ahí.

«Las fotos son fundamentales.

«Varias veces tuve un sueño recurrente en estos meses de investigación. Soñaba a doña Rosa María Moreno, con su foto de Alan bebé en las manos. Se acercaba con su voz tranquila y me decía: “¿No lo ves? ¿No lo reconoces?” .Yo me quedaba en silencio, observando la foto de Alan como si se me escapara algo. Como si supiera la respuesta pero no pudiera pronunciarla. Ella seguía mirándome con una sonrisa triste en la cara. “¿A poco no lo reconoces? Es tu hijo. El de la foto es tu hijo. ¿No lo reconoces?”

«Y yo finalmente entendía.

«Pienso que ésta es la enseñanza más importante que tuve en este largo camino. La desaparición de una persona es una violencia brutal que se hace en contra de todo ciudadano. No sólo porque podría pasarnos lo mismo, lo que es obvio, ni porque esta tragedia podría fulminar a nuestra familia como un relámpago, sino porque realmente es una barbaridad que se comete directa y diariamente en contra de cada uno de nosotros.»

Noche y niebla, ya no hay nadie. Fotografías

Federico Mastrogiovanni, Ni vivos ni muertos, 2014

Resistencia

Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia. Barcelona, 12 de diciembre de 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia. Barcelona, 12 de diciembre de 2015 | Foto: Tono Carbajo para Fotomovimiento

«Sabe qué mentira se dirá a sí mismo. La ciudad en la que vive está llena de gente que algún día volverá a tratar a los demás como seres humanos. La guerra acabará, y cuando se mire atrás se hará con pesar, no con recuerdos entrañables de la gloria perdida. Mientras tanto, él seguirá caminando por las calles. Calles en las que no habrá muertos ni cuerpos abandonados. Ahora se comportará como espera que algún día se comporte todo el mundo. Porque la civilización no es algo que uno construye y ya está, sigue ahí para siempre. Necesita ser reconstruida constantemente, ser recreada a diario. Se desvanece mucho más deprisa de lo que él había creído posible. Y si él desea vivir, debe hacer cuanto esté en sus manos para evitar que el mundo en el que quiere vivir desaparezca. Mientras haya guerra, la vida es una medida preventiva

Dragan

Steven Galloway, El violonchelista de Sarajevo, 2008

Memoria Histórica

Presentación del documental Vencidxs en Barcelona, 16 de noviembre de 2013 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

Presentación del documental Vencidxs en Barcelona, 16 de noviembre de 2013 | Foto: Jorge Lizana para Fotomovimiento

«Esa relación truncada con mi abuelo, con el que no pude hablar nunca más porque murió aquel mismo otoño, me llevó a querer saber más y documentar en el año 2001 la despoblación de las zonas rurales del Bierzo. Viajé hasta la comarca leonesa una y otra vez para hacer, durante un año, más de dos mil fotografías. En ellas busqué las causas de la desaparición del modo de vida rural. Algunas tenían que ver con la guerra del 36. Así que un día de ese mismo año contacté con una iniciativa recién creada llamada Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. En Ponferrada, Santiago Macías me vino a buscar a la estación antes de irse a trabajar. “Has contactado con las mejores personas con las que podías haberlo hecho”, me dijo. Luego me explicó que ellos acababan de abrir la primera fosa de España con métodos arqueológicos. ¿Fosas? ¿Muertos en las cunetas? ¿Delante de qué historia estaba? Meses después, él mismo la puso delante de mí.

«“Ahora pasaron los años y quedaron los hechos. Vosotros proceded bien para llegar a esta edad y estar tan tranquila como yo estoy.” Ésas fueron las primeras palabras que Francisca Nieto, Paquina, me dijo. Ella me abrió un mundo nuevo mediante frases que sólo he entendido con el paso del tiempo y de las investigaciones. “Hoy no oís nada más que lo que ellos quieren decir”, me explicaba Paquina, que fue encarcelada por ayudar a los guerrilleros. “Mi hijo, con el hijo de una presa, me venía a cantar a la ventana de la cárcel esa canción de… A ver si me acuerdo… Madre, la del cabello de plata / que en tu regazo sublime / cuando me hiciste soñar…” ¿Para qué cojones había ido a la escuela, si nadie había sido capaz de explicarme la historia de Paquina, de Teresa Álvarez, de Vicente Moreira, de Benjamín Rubio, de Isabel González?

«Esa historia que yo estaba tocando con la punta de los dedos seguía viva, aunque no por mucho tiempo más. Nadie lo había hecho y yo tenía que atraparla. Pero mi vida siguió y mi proyecto se detuvo. Todavía no tenía la suficiente inteligencia, la suficiente experiencia para hacerlo. Entender la historia cuesta mucho tiempo, y más cuando tu mente ha sido envenenada con cientos de tabúes desde la escuela: en las universidades, en la vida cotidiana, en los medios de comunicación, en el trabajo

Ser luz en la tiniebla

Aitor Fernández, Vencidxs, 2013

Un pensamiento en “¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas? (re)Lecturas que no caducan

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.