El objetivo prioritario de los Mossos d’Esquadra es ofrecer un servicio de calidad. Calidad es una palabra que se repite mucho en su web. Afirman que la participación ciudadana es imprescindible para una policía moderna, comprometida con la excelencia, proximidad y profesionalidad. Ofrecen una carta de servicios: dar auxilio y protección a la ciudadanía; establecimiento de canales de comunicación con los ciudadanos; incluso la investigación criminal de delitos que afecten, entre otros, a la libertad y la seguridad ciudadana.

Desalojo en el edificio de La Bolsa. Barcelona, 19 de septiembre de 2011 | Foto: Mar Lizana para Fotomovimiento
Es tal la preocupación de los Mossos d’Esquadra por ofrecer calidad desde su posición de servicio público, que invirtieron un considerable esfuerzo para redactar una completísima lista con sus 18 compromisos de calidad. De toda esa lista cabe destacar el «dar un trato cuidadoso y amable»; «que los agentes se identifiquen»; «garantizar la privacidad de las personas denunciantes»; «mantener relaciones directas y periódicas con los diferentes colectivos sociales»; «hacer una investigación especializada de las actividades criminales»
Misión, visión, valores
Unas líneas más sobre la web de los Mossos d’Esquadra: su misión, su visión y sus valores. Tres conceptos clave en la elaboración de la estrategia fundacional y comunicativa de cualquier empresa o institución, incluso en la construcción de una marca. Técnicamente, son la hoja de ruta que marca las acciones de marketing. Y el marketing es la herramienta que se utiliza para comunicar de muy diversas maneras la valía del producto o servicio que se ofrece. Es una explicación muy breve, cierto: solo se trata de contextualizar.
En la web de los Mossos d’Esquadra se definen estos tres aspectos: su misión es «proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana», siempre de acuerdo al ordenamiento jurídico. Su visión, llegar a ser «referente de seguridad y garantía de protección y servicio» de la ciudadanía, por supuesto ofreciendo un servicio de calidad. Sus valores giran en torno a la proximidad, el compromiso, la integridad, la voluntad de servicio y la eficacia; haciendo referencia al conocimiento de la realidad social, al no aprovechamiento de su condición de policías, a atenerse a los preceptos deontológicos, a ofrecer un servicio de calidad.
Sindicatos policiales
Muchas son las voces que, desde dentro del cuerpo, se lamentan de la mala imagen que de cara a la ciudadanía tienen los Mossos d’Esquadra. Algunas de esas voces señalan como culpable de esta mala imagen a “manipulaciones”, tanto de grupos antisistema como de responsables políticos. A algunos de estos responsables políticos los señalan con más encono que a otros: Felip Puig fue objeto de duras críticas por parte del portavoz del Sindicato de Policías de Catalunya (SPC), David Miquel. En uno de sus más duros y abiertos ataques al anterior Conseller de Interior llegó a pedir su dimisión por “apartar a siete agentes de la Brigada Móvil (BRIMO)” a causa de los sucesos del 14N en la ciudad de Barcelona. A Ester Quintana, el disparo de una bala de goma por parte de un escopetero le arrancó un ojo. Desde Interior se negó repetidas veces la existencia de una unidad de la BRIMO en la esquina en la que ella se encontraba. Sin embargo, Miquel afirmó entonces que “en el primer informe del caso ya constaba la furgoneta en el lugar en el que Quintana fue agredida”.

Protesta Hospital Dos de Maig. Barcelona, 21 de julio de 2011 | Foto: Ramon Serra para Fotomovimiento
David Miquel, como otros responsables de sindicatos policiales catalanes, se ha pronunciado en contra de la manipulación política de los diferentes cuerpos. “No estamos al servicio de los caprichos del político de turno”. Toni Castejón, portavoz del Sindicato de Mossos d’Esquadra (SEM-CCOO), afirmó rotundo que “Felip Puig se inventó su declaración [sobre el caso de Ester Quintana] o quiso engañar”. Castejón también señaló a Manel Prat, director general de los Mossos, por “querer responsabilizar a los agentes de policía del disparo” a Quintana. Valentí Anadon, portavoz del Sindicat Autònom de Policia-UGT (SAP-UGT), habló de “cortina de humo para diluir responsabilidades” en el caso de Quintana: “Ellos no quieren esconder nada, si les hubieran preguntado hubieran respondido”. En la peculiar lógica de Anadón, los agentes no mintieron.
Política en el cuerpo
En general, a los Mossos d’Esquadra, que quieren dar un servicio de calidad, no les gustaron los anteriores responsables de Interior. Ni Joan Saura, en cuya etapa la conselleria empezó a acumular críticas negativas; ni tampoco Felip Puig, que quiso hacer del cuerpo una “estructura de Estado” al “servicio de Catalunya y de sus instituciones”. Aunque muchas fueron las voces que, desde dentro de las filas policiales, afirmaron que con Puig se sentían muy cómodos para trabajar con libertad, además de respaldados en sus actos. Cómodos. Respaldados. Yo leo impunes.
Parece que Manel Prat, actual (de momento) director general de los Mossos d’Esquadra, tampoco acaba de fer el pes. Puede que sea por su falta absoluta de experiencia policial —su currículo habla de la gerencia de la Fundación Jordi Pujol y de la dirección adjunta en la comunicación del Fórum de las Culturas—. O tal vez el motivo tenga que ver con su estrecha vinculación al actual responsable de Ocupación —fue el jefe de gabinete del departamento de Política Territorial y Obras Públicas cuando Puig era su director—. Lo cierto es que ahora mismo su futuro depende de la prohibición inmediata de las balas de goma. Un aparente as en la manga por parte de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Detenciones en la jornada de huelga general. Barcelona, 14 de noviembre de 2012 | Foto: Manu Gómez para Fotomovimiento
Quien sí parece ser del agrado de la policía autonómica es Josep Lluís Trapero, su comisario jefe. Un jefe que sale de la cantera: ingresó en el cuerpo el año 1989 como agente de seguridad ciudadana. ES uno más, no como sus antecesores. Sus subordinados confían en él, porque conoce a la perfección sus necesidades, sus problemas. De otra manera, sería difícil comprender que Trapero pidiera en comisión parlamentaria una “mejora de la seguridad jurídica para los agentes antidisturbios, para evitar que tengan que asumir responsabilidades penales de sus actos al ejecutar órdenes que no pueden cuestionar”. Afirmó que “la policía utiliza la fuerza, no la violencia. La violencia la ejercen individuos aislados”.
Actuaciones complicadas
Hoy, 5 de noviembre, hace exactamente un mes —será en la madrugada del 6— que Juan Andrés Benítez, un vecino del barcelonés barrio del Raval, fue asesinado por un grupo de 13 Mossos d’Esquadra en la calle Aurora. Asesinado es un término que todavía no está probado judicialmente. Pero a la vista de las pruebas gráficas, los distintos testimonios aportados por los vecinos y los resultados del informe forense, no parece en absoluto equivocado utilizarlo para dar explicación de lo que desde el cuerpo de Mossos d’Esquadra se ha definido repetidamente como “una detención complicada”.

Jornada de huelga general en Barcelona, 29 de marzo de 2012 | Foto: Sergi Bernal para Fotomovimiento
Profesionalidad. Protección. Seguridad. Trato cuidadoso y amable. Investigación de actividades criminales. Servicio al ciudadano. Calidad. Estas son algunas de las características de las que se apropian los Mossos d’Esquadra para definirse en su web. Y, fatalmente, ninguna de ellas estuvo presente en la “complicada detención” de Benítez. Las imágenes, escalofriantes, muestran como hasta ocho —intervinieron un total de 13— de los agentes que participaron en la detención hicieron un uso extremadamente violento de la fuerza. El resto mantenía la zona limpia de mirones incómodos.
Los puñetazos y patadas que recibió durante minutos agónicos Juan Andrés Benítez no responden bajo ningún prisma a un trato cuidadoso y amable, tampoco a la profesionalidad de la que hablan en su web. La limpieza de molestos testigos en la zona y las exigencias a algunos vecinos del borrado de las imágenes que grabaron es destrucción de pruebas, lo que significa obstrucción en una investigación. Lo mismo que el uso de agua para limpiar el charco de sangre que quedó en el suelo tras su actuación.
Espadaler, un hombre de unión
La Policía Nacional fue encargada de llevar a cabo una investigación de los hechos. Y concluyeron que hubo “mala praxis”. Ramon Espadaler, el actual conseller de Interior, les exigió el pasado 30 de octubre en rueda de prensa que “acreditaran” esa supuesta mala praxis. “La presunción de inocencia también sirve para los Mossos”. La jueza que instruye el caso ha resuelto la duda al imputar a ocho de los agentes implicados en la detención.
Espadaler, educado en colegios de marcado ideario cristiano, tiene experiencia política, no así policial. Fue conseller de Medio Ambiente en la última legislatura de Jordi Pujol; portavoz adjunto de CiU en el Parlament hasta su último nombramiento; teniente de alcalde; también es presidente del Consejo Nacional de Unió. Cuando asumió la conselleria de Interior sabía que tenía entre manos la recomposición de la cúpula de los Mossos, además de decisiones pendientes en proyectos que Puig dejó a medias: la ley del sistema policial y la del espacio público.
Parece correcto afirmar que a los Mossos d’Esquadra les gusta su nuevo conseller. Por lo menos, a sus representantes sindicales. Tras la rueda de prensa del día 30, los portavoces de SPC, SME-CCOO y SAP-UGT hicieron declaraciones muy similares. Celebraron que defendiese la actuación de los agentes en el Raval: “ya era hora que los responsables de la conselleria apareciesen públicamente”, “es lo que le corresponde por su cargo”.
Calidad para la ciudadanía

Manifestación convocada por la plataforma Ojo con tu ojo delante de la sede del Departamento de Interior. Creada a raíz del disparo con bala de goma de un Mosso d’Esquadra durante la jornada de la huelga general del 14 de noviembre de 2012, disparo que acabó con la pérdida de un ojo de Ester Quintana. Familiares y amigos de la victima pedían la dimisión de Felip Puig, conseller de Interior, y la eliminación de todo arsenal que atente contra la salud física de las personas. Barcelona, 21 de noviembre de 2012 | Foto: Manu Gómez para Fotomovimiento
A excepción de ERC, todos los grupos de la oposición han pedido reiteradamente la dimisión o destitución de Manel Prat. Asociaciones ciudadanas trabajan desde hace mucho tiempo por el fin de la violencia e impunidad policiales. Los casos se acumulan en la memoria de muchos —Patricia Heras, Carles Guillot, Pedro Álvarez, Driss Zraidi, Lucian Padurau, Nicola Tanno, Óscar Alpuente, Rodrigo Lanza, Alfredo Pestana, Edgar López, Jordi Naval, Alex Cisterna, y tantos otros—. Durante el año 2012, solamente en Catalunya se han registrado 141 denuncias por agresiones o malos tratos como resultado de la actuación policial. Los agentes implicados, si es que llegan a ser identificados, suelen terminar recibiendo el indulto del gobierno español. Tal vez eso explique que David Miquel —portavoz del SPC— se preguntara en voz alta (voz que recogieron los medios) «si no sería mejor depender del Ministerio del Interior».
La ciudadanía quiere otro tipo de calidad. El próximo 14 de noviembre se ha convocado una manifestación. Para pedir justicia para Juan Andrés Benítez. Para demostrar solidaridad a Ester Quintana. Para exigir el fin de la impunidad y brutalidad policiales; el fin de las balas de goma. Balas, no pelotas.
Con las pelotas se juega.
Las balas matan.
Pingback: A siete años de la prohibición de las balas de goma en Catalunya seguimos siendo carne de cañón (policial) | Otras (re)lecturas
Reblogueó esto en Cristina Molinay comentado:
La policia obedece al poder. Pero esta en su mano desarrollar una violencia real tal como marca la orden o puede ejercer una apariencia de violencia y salvar las apariencias…
Se practica lo primero y además con creces practicando la violencia gratuita llevada al extremo de crueldad y el ensañamiento…
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La obediencia es elección, como todo. Por muy legales que sean algunas órdenes, quienes las reciben deberían plantearse seriamente la legitimidad de las mismas. No es para menos cuando un servicio público destinado a preservar la seguridad del pueblo atenta de manera tan sádica y carnicera contra ese pueblo. Tal vez algún día, tal vez.
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💪🏼👍🏻✊🏼
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