Fragmentos

Los buenos relatos. Los reales. Los tremendamente dolientes

 -[…] No estoy escribiendo. Y no es una novela. Es una historia con hechos y personajes reales. Un relato real.

-Da lo mismo. Todos los buenos relatos son reales, por lo menos para quien los lee, que es el único que cuenta.

Soldados de Salamina, Javier Cercas

Pobreza infantil | Foto: EFE para Deia.eus

Pobreza infantil | Foto: EFE para Deia.eus

Las historias, los buenos relatos, son reales para quien los lee. También para quien los escribe. Pero sobre todo para quien los vive.

Vivimos rodeados de buenos relatos reales, a los que en muchas ocasiones ni tan siquiera prestamos una mínima atención. Y no lo hacemos porque, a pesar de ser muy buenos, son tremendamente dolientes. Como muchas veces lo es la vida misma. Porque esos relatos son eso: la vida misma.

Esos relatos, reales y dolientes, esas vidas que suceden a nuestro lado sin que nos demos muchas veces cuenta, también forman parte de nuestras vidas, de nuestros relatos reales. Porque modifican nuestro entorno; porque las causas y los efectos se concatenan para alterar los escenarios en los que la sociedad muta hacia algo que nadie sabe muy bien dónde acabará.

No todos hacemos la vista gorda a esos relatos. Pero aún hay muchos que se mantienen ciegos y sordos a su entorno, incluso al más próximo. Y muchas veces no es ni tan siquiera por no querer saber: es simplemente porque ese relato no interfiere de forma directa en el suyo propio.

A veces, solo a veces, esos relatos de otros interfieren en el camino de ciegos y sordos, obligándoles a abrir ojos y oídos: su relato real se ve alterado y eso es, en muchas ocasiones, una gran molestia. Sin embargo, también a veces, solo a veces, en ese cruce prende una chispa de algo que se llama vínculo. Y en ocasiones, ese vínculo les hace sentir tanta pena de tener que hacerse daño, que se evitan el engaño de saber que para sobrevivir dos personas que se quieren, siempre es necesario que unos vivan y otros mueran.

Pobreza | Foto: Reuters para ABC News Australia

Pobreza | Foto: Reuters para ABC News Australia

«¡Hoy he matado un lobo! […] Me lo comeré y utilizaré sus entrañas para hacer algo comestible para el niño. Eso es bueno. Pero he vuelto a revivir el olor de la sangre, he vuelto a oír el ruido de la muerte, he visto otra vez el color de las víctimas. Y eso es malo.

«(En esta página hay un dibujo donde se ve la figura de un lobo con un niño a la grupa; el aspecto de ambos es risueño y levitan sobre un campo florido, como si volaran.)

«PÁGINA 15

Un lobo le dijo a un niño que con su carne tierna

iba a pasar el invierno.

El niño le dijo al lobo que sólo comiera una pierna

porque siendo aún tan tierno

iba a necesitar muy pronto que estuviera bien cebado

pues llegaría un momento

en que, aunque cojito, necesitaría un asado

de lobo como alimento.

Se miraron, se olisquearon y sintieron tanta pena

de tener que hacerse daño

que se pusieron de acuerdo para repetir la escena

evitándose el engaño

de que para sobrevivir dos personas que se quieran

sea siempre necesario

que, al margen de sus afectos, unos vivan y otros mueran.

« (Y como corolario:)

Ambos murieron de hambre»

Segunda derrota: 1940 Manuscrito encontrado en el olvido

Los girasoles ciegos, Alberto Méndez

 

Por cierto, aquí os dejo unos cuantos relatos reales, de esos que no tienen final feliz, de los tremendamente dolientes. Solo son una pequeña muestra. Echadles un ojo.

O mejor: poned el alma en ellos.

Desahucio parado en Vallecas; julio de 2011 | Foto: EFE para Público.es

Desahucio parado en Vallecas; julio de 2011 | Foto: EFE para Público.es

Cuando el desahucio llama a la puerta, o de cómo más de 400.000 familias han sido desahuciadas durante la crisis.

Más de dos millones de niños en España viven por debajo del umbral de la pobreza, o de cómo el gobierno también recorta las infancias.

Ni un solo colegio de la provincia de Valencia autoriza las fiambreras en el comedor escolar, o de cómo amortizar los recortes en la educación pública.

Los trabajadores afectados por ERE aumentan un 47,4%, o de cómo la Reforma Laboral da sus frutos.

Uno de cada tres españoles no llega a fin de mes, o de cómo crece la brecha entre ricos y pobres. Otra vez.

Pintada en la pasarela del Ponte Vella, Orense | Foto: Jc, Galiciaenfotos.com

Pintada en la pasarela del Ponte Vella, Orense | Foto: Jc, Galiciaenfotos.com

Un hombre fallece de hemorragia cerebral tras esperar seis días una resonancia – «El quirófano se quedó sin luz y perdimos al bebé», lamenta otro afectado, o de cómo se aplican métodos de reducción del gasto sanitario.

«Tuve que dejar de trabajar para cuidar a mi hijo dependiente y ahora no sé cómo haré para vivir», o de cómo matar dos pájaros de un tiro: generar empleo y reducir gasto sanitario.

Un jubilado se declara en ‘huelga de medicamentos’ como queja ante el repago sanitario, o de cómo frenar los recortes sanitarios a base de eliminar usuarios.

Miembros de la Brigada contra Incendios Forestales de Iznalloz y Puerto Lobo (Granada) tratan de extinguir un incendio en Bedar (Almería), el 26 de agosto de 2012 | Foto: PEDRO ARMESTRE (C)/CALAMAR2

Miembros de la Brigada contra Incendios Forestales de Iznalloz y Puerto Lobo (Granada) tratan de extinguir un incendio en Bedar (Almería), el 26 de agosto de 2012 | Foto: PEDRO ARMESTRE (C)/CALAMAR2

Los bomberos de la Generalitat ya habían advertido en febrero de que el recorte en el presupuesto se iba a notar, o de cómo se limpian terrenos rápidamente para recalificar.

Miembro del Opus Dei anuncia su suicidio y denuncia públicamente a la institución, o de cómo sectas poderosas destruyen vidas amparadas por su verdad divina.

Carga en Lavapiés contra manifestantes, vecinos y clientes de bares,  o de cómo las fuerzas de seguridad del Estado solo protegen a los poderosos.

Una treintena de inmigrantes asalta la valla de Melilla, o de cómo dar sentido a los CIEs.

 

4 pensamientos en “Los buenos relatos. Los reales. Los tremendamente dolientes

  1. Estupendo como siempre Mónica. Tus selecciones literarias son exquisitas.
    Luego veré los enlaces…
    Terminé de leer Los girasoles ciegos en el ferry que une Formentera e Ibiza. Me conmovió mucho, tanto fue así, que ese libro puso punto y final a varios años de lectura sobre los tiempos de la preguerra, movimientos libertarios, la guerra civil y la posguerra.

    Un abrazo solidario!!!

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  2. hace tiempo que no nos sacudías con tus escritos….. llamada a nuestra conciencia adormecida y embrutecida por los acontecimientos de nuestros días…..

    necesitábamos esta sacudida

    🙂

    saludos 😉

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